lunes, 27 de abril de 2020

Comentario del poema “Época Negra III” de Carmen Jodra



Hoy viene a verme. Él, Él en persona.                 11
No intento resistirme, por supuesto.                 11
Irónico y burlón, llega dispuesto                       11
a “salvarme de lo que me obsesiona”:              11

tal dice. Su belleza desentona                             11
con el eterno universal denuesto                         11
del que le han hecho objeto; aparte de esto,      11
me ofrece lo que nunca se perdona.                    11

Tendiendo, en fin, el ominoso pliego,               11
me ha mirado con ansia tan humana             11
que chispean sus ojos con el fuego.                   11        

¡Un alto precio por una manzana!                  11
Temblando igual que Él, respiro y niego,       11
pero no sé lo que diré mañana.                        11


Este poema viene, de lo que podríamos llamar “maquetas”, de uno de los muchos poemas de Carmen Jodra. Esta “maqueta” se llama ÉPOCA NEGRA, donde Carmen, en su ciclo satánico añade seis sonetos más. Los sonetos son seis etapas que van desde la tentación del diablo para atraerla al vicio, hasta el descubrimiento de la insatisfacción que produce el pecado. Entre ellos para mí ha destacado el tercero, que va sobre la visita del diablo.

El poema habla sobre que la tentación va a visitarla (v.1) y que ella, claro está, no va a poner resistencia (v.2) porque es lo que desea y en lo que piensa constantemente. La tentación, o “El diablo”, va seguro (v.3), se percibe que no tiene prisa y que estará ahí esperando por si todo te abruma y quieres dejarte llevar. Con un tono burlón (v.3), porque sabe bien dónde te quiere meter y es consciente de que a veces, no hay salida. La tentación da una falsa sensación de seguridad, que hace que todos los pensamientos que te invaden la cabeza y todos los sentimientos que te llenan el pecho, al fin tengan una solución (v.4). Pero esa falsa sensación también es gratificante (v.5), tanto, que piensas que realmente podrías hundirte en ella. En ese mundo de lujuria (v.6), donde el mal es su propio mártir (v.7), le ofrece la rebeldía de lo prohibido (v.8).

Dando ya por hecho que la propuesta sería aceptada, se puede notar el fuego de lo que podría ser dejarse llevar (tercer verso). Un alto precio hay que pagar por el pecado (v.12) y en el momento de la verdad, lo rechaza (v.13), pero claro está que no es una respuesta de solo un día, y la tentación está siempre ahí, y es una opción que siempre se podría aceptar.

El soneto consta de 4 estrofas, dos de ellas con cuatro versos y las otras dos de tres versos. Todos son endecasílabos. La rima la he señalado en el mismo poema con un color diferente para que se distinga fácilmente. Se repiten las siguientes: -ona, -esto, -ego, -ana.

El poema incluye metáforas, que son las siguientes: “se belleza desentona”, que sería que la tentación y la lujuria incluye una extraña satisfacción. “Me ofrece lo que nunca se perdona”, que significa que le ofrece el pecado. “Un precio alto por una manzana”, que da referencia a la historia de “Adán y Eva”, las primeras personas creadas por “Dios”, que vivían en el paraíso, con la única regla de no comer de las manzanas de un árbol, pues era pecado. Y significa todo lo que se podría perder por pecar. “Pero no sé lo que diré mañana” significa que la tentación está siempre ahí.

Aila, 3º ESO D

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